El 2024 marca un capítulo final en la historia de Don Roberto Eugenio Federico Redes Montejano, un hombre cuyo nombre está intrínsecamente ligado al tenis de mesa en Paraguay y más allá.

Desde que tocó su primera raqueta a la temprana edad de cinco años en el Club Orión, su vida se convirtió en un recorrido lleno de pasión, dedicación y victorias que dejaron una huella imborrable en el deporte.

Nacido el 17 de abril de 1955, Don Roberto creció en una familia profundamente arraigada en el tenis de mesa. Bajo la guía de sus padres, no solo observó, sino que absorbió el espíritu competitivo del deporte desde su infancia, viajando a campeonatos internacionales en Brasil y Perú. Su habilidad precoz lo llevó a ganar su primer título nacional infantil a los seis años, y desde entonces, su carrera fue una sucesión de triunfos.

Su amor por el tenis de mesa lo llevó a conquistar el título más querido de su vida, el Campeonato Sudamericano Infantil en 1968 en Buenos Aires, con solo 13 años. Este logro, acompañado por su padre, fue solo el comienzo de una serie de éxitos internacionales, incluido un bronce en dobles juveniles en Ecuador y la representación de Paraguay en competencias de alto nivel en México y Suecia.

Don Roberto no solo fue un competidor excepcional, sino también un maestro incansable, dedicando su vida a formar nuevas generaciones en el Club Deportivo de Puerto Sajonia y más tarde en el Club Spin de Tenis de Mesa. Su victoria ante el bi-campeón sudamericano Ricardo Inokuchi en 1977, es solo una de las muchas historias que él recordaba con orgullo, como muestra de su espíritu indomable.

En 2016, Don Roberto sumó a su colección de logros el título dorado en la categoría Maxi 60 en el 3er Abierto de Asunción, demostrando que su pasión por el deporte nunca disminuyó. Hasta este año, 2024, continuó entrenando con la misma energía que en su juventud, compartiendo generosamente su conocimiento y experiencia con todos aquellos que tuvieron el privilegio de cruzarse en su camino.

Hoy, el tenis de mesa pierde a un gigante, pero su legado perdurará en cada raqueta que se levante, en cada golpe que se realice, y en cada joven que descubra el amor por este deporte gracias a su ejemplo. Don Roberto Redes Montejano no solo fue un campeón en la mesa, sino un verdadero maestro de vida, cuyo espíritu seguirá inspirando a las futuras generaciones.